Desde su creación en 1999, la Asociación Galega de Áridos sustenta su estrategia económica y empresarial en la filosofía de minería responsable, que se plasma, principalmente, en la ejecución de proyectos de recuperación medioambiental de los espacios excavados y de las zonas degradadas tras su utilización como centros de extracción y trabajo. Fruto de estas actuaciones, Arigal y sus asociados han restaurado más de 600 hectáreas de superficie y repoblado más de 40.000 árboles en el último lustro.

Las actuaciones en materia de recuperación medioambiental se centran en dejar los terrenos trabajados en un estado natural óptimo, que, en muchas ocasiones, mejora la situación anterior a la extracción y que, en algunas otras, crea nuevos hábitats y ecosistemas de gran valor natural que favorecen la implantación de nuevas especies de flora y fauna autóctona. Todos estos proyectos incluyen como mínimo una actuación centrada en el suavizado de taludes y en la recuperación del suelo con siembras de tierra vegetal y materiales nutrientes, para pasar posteriormente a la plantación de especies vegetales autóctonas con el objetivo de conseguir una integración perfecta con el medio natural preexistente.

A partir de esa recuperación se pueden articular proyectos más ambiciosas para dotar a las zonas de trabajo de las canteras de una segunda vida útil como espacios medioambientales, industriales, de ocio, de servicios o de uso agrícola. Estas apuestas son bastante cotidianas entre los asociados de Arigal y, de hecho, en los últimos años ya se articularon más de una decena de proyectos singulares en la comunidad gallega, algunos de los cuales fueron incluso reconocidos y distinguidos a nivel europeo.

De este modo, y con acciones tan significativas como la premiada laguna de Begonte, el lago de As Pontes, la recuperación de la laguna y los humedales de Antela, el complejo empresarial de Salvaterra, la zona agrícola de Frades o la construcción del Palacio de la Ópera de A Coruña en una cantera, entre otros ejemplos, el sector extractivo contribuye con acciones medioambientales al beneficio de la sociedad bajo la filosofía de minería sostenible y responsable, por lo que se sitúa a la cabeza de Europa en rehabilitaciones ambientales de espacios afectados por el aprovechamiento de recursos minerales naturales. Estos espacios recuperados, sobre todo los dedicados al ocio, se han convertido en muchos casos en zonas de referencia turística y de tiempo libre, contribuyendo a la mejora de la calidad de vida de la sociedad civil al habilitar nuevas opciones de esparcimiento.

Por otra parte, Arigal y sus asociados también centran gran parte de su política de recuperación de espacios en la replantación de árboles, principalmente de especies autóctonas, como fuente de vida y de restauración del medio natural. Concretamente, en los últimos cinco años se han repoblado más de 40.000 árboles en antiguos espacios de extracción de áridos.

Además de estas acciones, la responsabilidad medioambiental de Arigal tamén se extiende al ámbito educativo y divulgativo, lo que motiva que anualmente se organice con escolares de la comunidad una jornada didáctica de plantaciones denominada Día de los Áridos, los Árboles y la Biodiversidad. Esta actividad, que se celebra cada 17 de marzo de manera coordinada con el resto de colectivos empresariales del sector en toda España, alcanzará su décima edición en 2017.

A través de ella se pretende concienciar a los niños de la importancia y las utilidades de los áridos, así como favorecer su conocimiento sobre el funcionamiento de las canteras gallegas. Al mismo tiempo, los alumnos descubren las propuestas de minería responsable y los numerosos proyectos de recuperación medioambiental y de espacios degradados promovidos por las empresas asociadas en una jornada lúdica de aprendizaje al aire libre.

Para Arigal, el Día de los Áridos, los Árboles y la Biodiversidad cuenta con suma importancia para promover la divulgación de las acciones del sector, tanto las puramente empresariales como las orientadas al impulso del medio ambiente, entre la población infantil, que es el público idóneo por su capacidad de absorción y por ser el encargado de tomar el testigo de la sociedad en el futuro.